lunes, 26 de marzo de 2012

La reinona de corazones: ¡Que le corten la cabeza!

La reinona de corazones: ¡Que le corten la cabeza!

El mundo virtual de Ordenadorlandia bullía de actividad.
Sus reinos se habían dividido en una absurda lucha de poder por conseguir el mayor número de vasallos. Estos, eran considerados como un rebaño.
-¡Venid todos ahora aquí!... y hacia allí iba un rebañito... venid todos ahora aquí... y allí iba otro grupito...

El pueblo llano estaba cansándose de tanta información nociva, tantos sentimientos negativos, tanto descalabro sistemático de los otros miembros del mundo...

De repente se forma otro reino que rápidamente se empieza a poblar de vasallos. Su gobernanta era "La Reinona de Corazones": que le corten la cabeza, que le corten la cabeza!! Ese era su grito continuo ante las personas que no le gustaban o que ella pensaba, en su cerebro oscuro, que podían desearle algún mal.

La reina miraba a las personas que tenía encerradas en su diminuto mundo sin barrotes y pensaba... son míos, son míos, mío es el poder para poner pasquines contando "mi verdad" y mías son las fuentes de la información. Estaba contentísima de que su reino se poblara de vida y le diera el tan ansiado poder que ella deseaba para satisfacer su ego. Lo único que le faltaba por decir era: "Mi tesoro, mi tesoro"...

Así, cercenó unas cuantas cabezas. Esta reinona solía criticar a las otras principalmente por ese mismo acto, el de cortar cabezas. Ella aducía que todo el mundo tenía derecho a estar donde quisiera pero en cuanto a ella le molestaba algo cometía el mismo pecado del que tan mal hablaba: cortar cabezas.

Obcecada por sus nebulosos pensamientos de poder decapitó a María. María era una persona independiente totalmente y que no casaba con las ideas de nadie sino con las suyas propias.

Pero al ser un mundo virtual, a María le salió una segunda cabeza, y cual Hidra, se erigió en defensora de la LIBERTAD. Su libertad.

María llenó de panfletos los reinos de Ordenadorlandia explicando lo que le había sucedido. En ellos solo decía:

-Mirad. Se puede cortar la cabeza... y en su lugar saldrá otra. La libertad no se puede coaccionar. Por cada cabeza que corten saldrá una nueva que clamará por su libertad. Vine a este reino libremente por invitación y una reinona despiadada ha querido silenciarme y no permitirme vivir. Jamás callarán los deseos de un pueblo, sus deseos de libertad para decidir donde quieren ir y con quien. Si no tengo libertad para expresarme no quiero vivir en ese reino. Yo soy Libre.

Los habitantes del reino leían los panfletos y cuchicheaban...

-Creo que dice algo cierto... le han cortado la cabeza cometiendo el mismo acto que antaño criticaban! No queremos dictadores que rijan nuestras vidas.

Estaban tan decepcionados que ni siquiera intentaron sublevarse contra la Reinona de Corazones... sencillamente, tomaron sus bártulos y se extendieron por el Gran Mundo Virtual, conservando los lazos amistosos que quisieron y proclamando sus ideas con LIBERTAD y RESPETO.

La Reinona quedó sola en su pequeño reinito despoblado... sin nadie a quien gobernar, sin nadie a quien cortarle la cabeza... y salió corriendo tras sus antiguos vasallos para intentar conseguir que algunos volviesen con ella. Pero no lo consiguió y se vio sola para siempre.

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