jueves, 10 de enero de 2013

Caronte. Barquero de sombras errantes

Buena y... extraña noche, compañeros... Con este poema quiero iniciar una saga dedicada a la mitología griega... me encanta la mitología... Y más "nas".
En el filo de la Medianoche... al romperse la frágil puerta del nuevo día... sólo me queda desearos unos dulces sueños de ambarina miel... y un despertar pletórico de vivencias. ☼ Sed felices ☼

Imagen tomada de Internet


Caronte. Barquero de sombras errantes

Barquero de sombras errantes que cruzan la orilla del Río Aqueronte,
portando sus bocas cerradas el óbolo sacro que paga su viaje.
Las aguas reflejan las llamas de un fuego tan frío que hiela el alma.
Remero incansable que boga sin pausa al Hades. Su nombre es Caronte;
y bajo la lengua se esconden monedas doradas. Se paga el peaje.
Si niegas tener el dinero, tu alma, en castigo, cien años sin calma.

Y llego a la orilla del Río... Caronte me tiende su mano enjuta
tomando el oro del pago. Sus ojos me miran causándome estragos.
"¿Qué haces viajando a moradas de muertos, tentando al destino de humanos?
Tu hora no es esta. ¿Qué buscas? Tu tiempo no llega. Tu vida disfruta."
Le miro a la cara oscura... "Yo busco respuesta a momentos aciagos.
Yo quiero saber los engaños, las luchas tan sucias, maldad entre hermanos."

Caronte me mira y sonríe, me dice que nadie conoce respuesta.
"Yo pienso... Asfodélo, Elíseos, el Tártaro Negro silencian los hechos.
Regresa a la Vida, dejando en paz la morada de héroes ya muertos."
Escucho sus frases, las sabias palabras que calan mi alma en protesta.
"Amigo barquero, devuélveme a casa, los miedos serán satisfechos." 
Cambiando el rumbo del barco, Caronte me lleva a lejanos, mil puertos.




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