Hummmm... después de mis silencios literarios me vienen ideas a la cabecita... los versos fluyen solos girando en un caleidoscopio fabuloso de letras y rimas... y me gusta... me gusta porque me hace soñar, porque eleva mi alma, porque se puebla la Vida de palabras bellas...
Mis amigos saben que no me gusta quejarme... hay días buenos, y días no tan buenos... prefiero decir esto a decir días malos, la verdad... Ayer, fue magnífico y hoy... un poco durillo, je je je... ya sabéis, las cosas de la Vida...pero sea como sea, yo la amo... y elijo vivir mis días en la Alegría y la Poesía, y disfrutar de cada momento que tengo... mientras pueda. ☺
¿Os he dicho que tengo un mes de vacaciones? Woah... es ge-ni-al♪♫
Así que... ¡vamos a ver qué sale!
Imagen tomada de Internet
Galopando a la Libertad (Romance)
En la aurora de los tiempos,
de la cual no queda rastro,
aconteció esta historia
que aquí voy a contaros.
Moraba en una alta torre,
cantaban los viejos bardos,
una mujer que soñaba
un ideal muy humano:
ser la dueña de su Vida,
y sus creencias, su faro.
Desde su más tierna edad
la encarceló un malvado,
que quería subyugarla
y que comiese en su mano.
Día tras día minaba
su mente con falsos datos,
para poseer su alma
dejando el corazón laso.
No le importa su dolor
si rinde el carácter bravo,
tan sólo es su villanía
la que hace tales daños.
La dama se dice un día,
abre los ojos de espanto:
"Sólo queda una salida,
la muerte y su dulce canto...
No. No soy una cobarde,
esperaré al son del gallo,
y antes de que se dé cuenta
me escaparé en el caballo.
Cruzaré mares y valles
volando en brioso ruano,
defenderé mis creencias
no tolerando maltratos."
Esa noche la mujer
cortó su cabello largo,
trenzó una cuerda con él
y bajó a terreno llano.
Cubriéndose en la noche
y amparándose en su manto,
se acerca hasta la montura
de color anaranjado.
Veloz partió al galope
en brioso corcel alano,
ante ella brilla el Alba
con un letrero anunciando:
"Por la Libertad se lucha,
no es un bien regalado;
los escollos del camino
ya son parte del pasado."
Atrás quedó la locura
del ofuscado villano,
se difuminó su sombra,
perdida por vil pecado.
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